martes, 17 de marzo de 2015

Cultivo de mejillón en las Rías altas Gallegas



En el 2010 se descubrió que el mejillón se puede cultivar en otras rías gallegas obteniendo la misma calidad en el producto en la revista on-line  Gastronomía&Cía dedicada al arte culinario básicamente, publicaron un artículo en esas fechas, en el que se comentaba la posibilidad cultivar el mejillón en las rías altas gallegas. Esto fue una buena noticia para el sector ya que permitió aumentar la producción y competir con el mejillón que se produce en otros países. Aunque ya tiene varios años, sigue siendo vigente como información, os dejamos un extracto del mismo y el link donde leerlo entero.

"A partir de ahora se va a poder producir Mejillón de Galicia en las Rías Altas, las variaciones de salinidad o el cambio de temperaturas de las aguas no impedirán que se puedan producir mejillones en batea tal y como se producen en el conjunto de las Rías Bajas, ofreciendo la misma calidad. Así se constata en una investigación realizada por un grupo de expertos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IIMV). Durante cuatro años los investigadores han estado realizando distintas pruebas en bateas situadas frente a las costas de Sada y Ares para conocer cómo influye el mayor aporte fluvial y las cuestiones que hemos mencionado en la productividad y calidad de los mejillones"

El caso es que ya se considera la zona de las Rías altas, como zona de producción mejillonera y esto hace que en Galicia haya aproximadamente 3.400 bateas distribuidas en las rías de Ares - Betanzos, Muros, Arosa, Pontevedra y Vigo. Hay una presencia anecdótica en Bayona y Corme. Este cultivo es un sector estratégico y de gran importancia en la economía y dieta gallegas.

lunes, 9 de marzo de 2015

¿Qué es la acuicultura?




Hoy desde Egalsa queremos definir lo que es la acuicultura en su sentido más amplio, se define como el conjunto de actividades encaminadas al cultivo de especies acuáticas. La producción, crecimiento y comercialización de organismos de aguas dulces, salobres o saladas, útiles para el hombre y/o animales, constituyen por lo tanto, los fines de este tipo de proceso.

Los cultivos acuícolas implican la repetición parcial o total del ciclo biológico natural de aquellas especies acuáticas seleccionadas. Estas prácticas se inician a partir de distintas fases del ciclo biológico dependiendo del tipo de cultivo. Los cultivos se desarrollan mediante el control de los organismos y el ambiente (medio acuático).

Para desarrollar la acuicultura de cualquiera de los organismos potenciales con tecnología conocida, se necesita contar con temperaturas óptimas, los mejores sitios, abastecimiento de agua en suficiente caudal y calidad física y química, que constituirán los parámetros determinantes para el cultivo de la especie seleccionada. A estos importantes factores deben sumársele los propios específicos (característicos de cada especie particular). Un factor de suma importancia en acuicultura es, por ejemplo, la nutrición, para respuesta en crecimiento y prevención de enfermedades. En algunas especies mundialmente cultivadas, se conocen los requerimientos nutricionales, pero en otras muchas, ellos son desconocidos y las raciones alimentarías, en general, se fabrican empíricamente.

lunes, 2 de marzo de 2015

¿Qué es la marea roja?


Hoy en Egalsa queremos tratar el tema de la marea roja. Aunque los blooms fitoplanctónicos son fenómenos naturales, en los últimos años se han visto incrementados debido a las actividades humanas como la agricultura y acuicultura, que incrementan las concentraciones de nutrientes en el agua.

Es de esperar que la incidencia e intensidad de mareas rojas sea mayor en zonas interiores, más protegidas, donde se dan situaciones transitorias de estratificación y confinamiento del agua que permiten que se acumulen abundancias muy altas de las especies implicadas. Las mareas rojas no son dañinas en sí, sino que se convierten en un peligro cuando aparecen las especies portadoras de toxinas paralizantes, diarreicas y amnésicas, que variarán según las regiones.

De modo que los organismos filtradores como los mejillones, ostras, vierias, las acumulan en su interior convirtiéndose en un veneno para los humanos. Deben adoptarse medidas preventivas para mitigar los efectos de dichas mareas rojas.

Hay que tener en cuenta que el número absoluto de células de una determinada especie no es lo decisivo. La toxicidad por célula es variable y la asimilación por el mejillón también. Si la concentración relativa de una especie tóxica respecto a una no tóxica es alta, el mejillón acumulará toxina aunque la concentración absoluta de la especie sea baja. Es como si la toxina se “diluyera” entre la comida no tóxica.

Toxina paralizante (PSP).
El mecanismo de acción de estas toxinas consiste en el bloqueo selectivo de los canales de sodio de las membranas celulares, lo que impide el flujo necesario de iones sodio para generar el potencial de acción de membrana.  Como consecuencia de esto, se produce desde un ligero adormecimiento en la región peribucal, mareos, dificultad de movimientos, hasta una parálisis total e incluso una muerte por insuficiencia respiratoria en los casos más graves. Como medidas preventivas, pueden regularse las aguas de lastre de los barcos que pueden transportar cistes de unas regiones a otras, controlar las partidas de marisco/moluscos y evitar el uso de materiales potencialmente contaminados como las cuerdas de mejillón (medidas válidas para otro tipo de fitoplancton tóxico).


Toxina diarreica (DSP) es el ácido okadaico, que actúa como un potente inhibidor de las proteínas fosfatasas, provovando escalofríos, dolor abdominal difuso, náuseas, vómitos, diarrea abundante, deshidratación. Esta sintomatología es de intensidad moderada.

Toxina amnésica (ASP) es el ácido domoico, y afecta al sistema nervioso. Causa problemas gastrointestinales, neurológicos, pérdida de memoria de corto tiempo, y en los casos de intoxicación más grave produce la muerte.